Maniaca

No debería escribir en este cuaderno
dice la maníaca.

Las guitarras florecen
los valles se estrechan
los libros fluyen
y caen
en pequenas cataratas.
Las visiones, las visiones del pasado
de momentos que aturden
visiones del presente que ya pasó
visiones del futuro
de manana, de pasado manana.

Las gotas hacen eco en la caverna
la voz grave
las cuerdas de la guitara se enfrían
el corvo de agua, la primavera envuelta
en las fechas donde todo duele
todo pica
en las fechas cargadas de visiones.

Debería estar durmiendo
las fuerzas del mal lo impiden
los demonios del estar se ahogan,
toman mi sangre
pero no me quieren ver.

La puerta, se estrecha
se empequenece, desaparece.
El café se hace más dulce
la colilla quema
la noche muestra la misma cara
la noche ha jugado conmigo
la noche, su estatua de mármol
los ladridos, el silencio, los autos
las luces
fluyendo
en la noche, en las visiones.

El bolso de siempre
el pack de otra persona
bebiendo un sorbo de agua
con cada órbita del remolino.
Las hojas, las verdes, de cuaderno
las de oficio y carta
las de marihuana, las de coca,
las de vida, las de antecedentes
tragadas pour el espacio que voy
masajeando incómoda
en lo que uso de espacio.

Las cenizas caen de los cielos
y las nubes se enrojecen
un ave planea, entre dos montanas.
La silueta de una arana
la sombra de una arana
el reloj que no existe
se hunde entre mis costillas.
La voz, las voces, la risa, las risas
la polka, el tango, el flamenco, el ragga.

Pongo un pie en el bolso
toco las frías cuerdas de mi garganta
debería estar durmiendo
aturdida pour el futuro
ahogando los demonios
arrojándolos pour el bano
debería estar durmiendo.
Pero las visiones de las guitarras
floreciendo
en los valles sangrantes
pero la noche cayéndome encima
y su estatua de mármol
yo debería estar durmiendo
bebiendo un sorbo de agua
en cada giro del remolino
y escribiendo en otro cuaderno.