mardi 23 août 2016

Estúpido

Se me recomendó
por un buen amigo y
en nuestra calidad
de extranjeros
hacer de estúpido
y serlo a la vez,
pero de desformes maneras.

Completamente solo
me dejé enfriar
por este océano gélido.

Borro puntos de las íes
para parecer más estúpido
que en otro momento.

Me aferro a la cama inflable,
a las alas de un pájaro
a esa libertad,
oculto en un cuarto lleno de cajas.

Dejo de desconfiar de todo gesto
malvadamente obvio
para parecer más estúpido
que en otro momento.

Salto primero
dejo volar los recuerdos
toco la luz en su reflejo,
todo
completamente solo.
Debo olvidar las matemáticas
y dejar que las ratas
que pasean la noche
me quemen los ojos,
todo
para parecer más estúpido
que en otro momento.

vendredi 12 août 2016

Los mil nombres de María Camaleón (Adaptación crónica de PedroLemebel)

Intriga – Misterio – Suspenso

Hola, me llamo María Camaleón... ¿Qué? ¿Por qué me dicen María Camaleón?
Lo que pasa es que si vos pasai por la calle donde trabajo yo, no van a haber dos veces que me vos me veai de la misma forma.
Si vos pasaste y me viste así. Yo para la próxima te cambio la pose y te hago ZA!
Y ya no me reconociste más. Como un auténtico Camaleón.
Y si vos te pensaste que me ibai a reconocer la próxima.
Mírate esta, porque agarro un ZA! Y ya no me reconociste de nuevo.
Te pensaste que el Camaleón sólo tiene poses para mostrar.
Vos te pensaste que ibai a cagar al Camaleón?
Ni mierda el Camaleón te caga a vos.
Y te agarra y te dice...¿Por qué no me comprai una pastilla de allá del kiosko mi amor?
Y vos te dai vuelta, yo agarro esto me lo saco acá, hago, TRUUUAA!
Y me cambio de vestuario.
Me voy a caminar por la calle donde trabajo yo.
Y pensaste, bueno el Camaleón se prostituye en la calle no debe tener mucho dinero, así que tres poses y dos vestuarios...
Vos te pensaste que eso era todo lo que tenía. Así que te digo, mi amor no me convida un cigarrito de allá del kiosko.
Vos te hai dado vuelta y yo agarro esto me lo aplico acá y ZAZ de peluquería mi amor.

El problema, es que uno nunca tiene la suerte de nacer un Camaleón.
Generalmente se nace en el seno de una familia homofóbica que no le interesa si el Pedro, Juan, o el Luis, que le ponen por nombre, es el indicado para el hijo mariposón que tienen ahí viviendo.
Sobre todo ese “Carlitos” el diminutivo ese, Josefito JR, pareciera que para lo único que sirve es para el chiste y el desprecio, del pobre maricón que tiene que cargar con esa próstata de nombre hasta la tumba.

Pero por suerte, existe toda una alegoría travesti, que empluma, enfiesta, reviste el nombre transformándolo en otra cosa. Uno desde chiquito lo aplica.
La primera cosa que hay que hacer es cambiar a la cola de nombre.
Vos te llamas Mario, mandas la O a la mierda, le pones una A y te llamas María.
Sencillo pero funciona.

Y acá en la calle donde trabajo yo, una tiene que tener el chiste de la inventiva, porque estamos llenas de amigas, sidadas, las infectadas, esas pobrecitas que cualquier depresión les baja las defensas y las hace caer muertas como moscas acá en la calle.
Una tiene que tener el chiste de la inventiva para levantarles el buen ánimo.
Para evitar que el sida tatúe esa cara de muerte.

Entonces una tiene que agarrar e inventar sobrenombres para ellas, que transformen en luminaria los defectos, y no tratar de ocultarlos porque o sino, se notan más. Entonces...
Tu amiga que ha quedado bizca de tanto contar pastillas, se transforma en la mirada de Geisha.
La otra que le ha salido joroba de agacharse a buscar el pastillero, se transforma en una felpa llena de amor para los clientes.
La que ha quedado pelada de tanto químico se transforma en una bola para la buena suerte.
La que ha quedado gorda por el AZT, se transforma en una nube rosada de Rubens.
Para las más sofisticadas existe el remember hollywoodense, Las Marylin Monroe, las Katherine Nené, las Audrey Hepburn a Betty Boom.
Por su puesto también existen las latinas.
Las Lolas Flores, Carmen Miranda, María Félix.
Señoras que uno ya ni sabe quienes son. Pero son tantas las locas que las van personificando en los show.

Si tuviera que nombrar algunos de los nombres que he visto en esta calle.
Mira, millones, por decirte alguno:
La Sussy, la Titi, la Venus, la Loly, la SUSY SHOCK!
La palanca de cambio, la Loca del Pino, la María Escándalo, la María Basura, La Sida Frappé,
la Sida on the Rock, la No se fía, la Pide Fiado, La Inca Cola, era la travesti que vino del Perú.
La Coca-Cola, era la negra, que decía que coca-cola era más sofisticado.
La Tacones Lejano, la travesti fea, que soñaba con ser una chica almodóvar.
La DepreSida, era mi amiga, que se había deprimido el día que le dieron la papeleta del VIH.
Entonces yo, para levantarle el ánimo, ya ahora te vas a llamar, DepreSida, mmmm,
no, no se animó.
Así que cómo el virus ella mutó y pasó a llamarse la SuiSida, el día que la vi colgada en la Panamericana intentando tirarse.
No te tirés SuiSida, no te tirés SuiSida, al pedo le hemos dicho, viste así toda como estaba, llena, de sarcomas y cicatrices nos iba a espantar a los clientes.
Luego pasó a llamarse la VenSida.
La Licuadora, era mi amiga del norte, cual era la gracia de la Licuadora, ella podía sentarse en la poronga del cliente y en cinco minutos batirse un licuado de banana.
Pero pobrecita mi amiga, ha quedado obsoleta cuando del oeste llegó la Multiprocesadora, que no solamente te hacía el licuado de banana sino también te batía cinco porongas más.
Pobre licuadora ha quedado obsoleta se ha tenido que volver al norte.

Dita Parthon la Sacacorchos, era mi amiga que se había puesto un litro de aceite de avión en cada nalga, entonces cuando festejábamos el año nuevo, poníamos una botella de sida en la mesa de la estación de servicio.
Ella se paraba se bajaba la tanga y al grito de Corcho, Corcho!
Apretaaaaba las nalgas, y paaaaf...feliz año nuevo para todos.


¿Cómo no te escuché?
Que ya lo viste todo acá?
Vos de verdad te pensai que lo has visto todo acá?
Entonces cuando vos te pensai que lo has visto todo, el Camaleón te sorprende otra vez.
Y ahora deja de ser el Camaleón para transformarse en María Sarcomas.

Mejo terminar toda obsoleta y humillada, teniendo que devolverme como la Licuadora.

Triángulo del dragón

Ocaso y horror mezclaba
la
acuarela de matices rojos.
Una pausa
y comienza el conflicto
debajaspresionesmasasfríasanticiclones.
C
hocaron sus ojos a los míos.

U
n mundo ideal
de gritos, de chillidos.
L
anzándome al centro
al ojo,
donde mis ideas
se hacen tifón

Entonces
de la profundidad
emergieron luces
que mi boca tragó
y mis oídos devolvieron.

Las palabras, proyectadas
en el cielo, como estrellas
desde mi cabeza,
como luciérnaga calada.
¿Quién sufrió más
el silencio, tu cama o yo?