mercredi 20 mars 2019

La higuera

Vivo en Santiago, tengo cinco o seis años. La casa tiene tres árboles afuera, en la amplia vereda. Dos ciruelos y una higuera al centro. Con las ramas deformesamplias con las hojas enormesamplias.

Yo, arriba del árbol, jugando; una tarde de primavera, hay un sol espléndido. Mi mamá en estos tiempos, cocina muchísimo, para caricaturizar más, aún, el recuerdo. Leche con frutilla, con duraznos, queques, sopaipillas, cosas que se come en lugares donde hay vida.

Escucho la risa de mi hermana, y yo, jugando con Elías arriba de la higuera.
No recuerdo qué vestía. sólo mi cabello corto y poco más importa.

Pasa por la calle un hombre horrible, prototipo exacto del "viejo curado". Tipo feo, viejo, desaseado, con una mochila... Se acerca al árbol y me mira, me dice con un tono muy particular: "Bájese de ahí señorita, que se le van a ver los calzones"...
y se fue.

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