mardi 25 novembre 2014

Marat pobre

Estoy escribiendo dentro de una tina de agua tibia, como el Marat pobre del siglo XXI, esperando el mismo desenlace.
Esperando vengas a asesinarme como debiste hacerlo el día en que quise hacerlo contigo.
Lógicamente, no fumo opio, he fumado marihuana de incógnitos ingredientes como la rata provinciana en su alcantarilla periférica .Chapoteando la misma mierda de su relajo desarmónico.
Llevo cuatro días sin ver alma humana y mis únicas compañías son: Una gata, cigarrillos, hierba y y ron. No me gustan los gatos.

Me desinflo a través de los poros abiertos,me desinflo con la única intención intrínseca de nunca inflarme.

Como Marat pobre reparto mis hojas en la casa creando el museo de mis pesadillas olvidadas.
Soplo agua y algunos despojos del beso. Un aire que sólo conoce de pequeñas dosis de muerte.

Malgasto mi tiempo leyendo las frases que levitan por doquier; pienso en mi defensa cuando sea acusador por negligencia ante el tribunal de los poetas.¡Qué difícil fue vivir al borde del final del calendario maya!

Pienso en el fin del año, en el fin del día, de cada segundo pienso en las ondas producidas por el palpitar de mi cuerpo.
Pienso... sin morir.

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