mardi 25 novembre 2014

Bienvenido

Eres bienvenido
a la noche de mi desintegración
eres bienvenido a formular erróneas preguntas,
a espolvorear inquietudes
de espinas envueltas con saliva.
Cavando hendiduras de floresta
en túneles del montaje para mi huida.

Entonces me siento junto a ti
puedo observar detalladamente los granos de arena
sobre la imagen memorizada de tus manos
y construir un puente de aliento entre los dos.
No he muerto, sigo en pie, circundando rutas
que conducen hasta el depositadero de mi cuerpo.

Mientras tanto, muerdo trozos de mi corazón
balanceando la mente
en neurosis, en consejos oxidados.
Descendiendo escaleras de concreto fermentado
en oquedades para cautiverio de letras insurrectas.

Voy recreando la monotonía de lluvia,
cuadro desolado, un pez ciego.
Extiendo los brazos
para recibir la otra mitad de complejos
que entorpecen el avance.
Anidan en mi alma sentimientos alados de jungla,
no hay amor ni sus conjugaciones.
Fui arrastrando cadenas en mi tráficar,
fui reptando en mil direcciones erradas.
Incrementando incendios de promesas
en carreteras para el transporte del dolor.

Luego podemos fumar las señales
esparcirnos en hemorragias,
después de todo, contigo o sin ti
continuaré lagrimeando letras
que encierran gritos de antiguas heridas,
y tú, seguirás dibujando tu rostro en mis retinas.

Se ha tornado más pesado el volumen del cielo
se han lanzado ángeles nucleares al vacío de mi anarquía
se ha desangrado mi necesidad en la sala de espera
se han estrellado los vidrios rotos dentro de mis paredes.

Eres bienvenido, pero déjame en la mazmorra de aullidos
en el caracoleo caleidoscópico
entre silencios punzantes
morando cada centímetro en el letargo histérico,
humedeciendo truenos que despedazan mi estática.
Eres bienvenido pero déjame desordenar todo lo que manifiesto.

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