samedi 18 mai 2019

Realidades

Simbólicamente y de un zapatazo
se fue la luz.

El cuarto se fue llenando
de ropa sucia
y restos de comida
de terceras personas.

Un calcetín sin par
fue la excusa
para contemplar por horas
el metro cuadrado
que una vela drenaba en mis ojos.

Se escucha todo ligeramente efímero
pero
es la realidad
la que aplasta
gruesa y pesada
cada uno de mis rostros.

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