jeudi 29 janvier 2015

Miedo I

Unas extrañas sombras se han coludido
a mis instintos desalineados,
Una piedra golpetea desde dentro
y las costillas se resquebrajan.
Un laberinto de calles de costado
esparcidas como intestinos de papel,

Y a un costado puedo verte apuntando
señalando el filo y sobre él, una mosca.
Casi no reconozco tu rostro dibujado
sobre las paredes movedizas,

Unos insectos comenzaron a plagarme
desde afuera, desde adentro.
Uno vino a parar en mi dedo,
otro se posó en esta palabra.

¿Es tu voz acaso la que grita desde mi vientre?
¿Entonces tengo que sostener mi espalda, mis piernas?
Podría dejarme digerir por tus palabras
o digerirte entre palabras.
Da igual, sólo quedan buenas estas manos
poseídas por algún demonio del desierto.
Da igual, quédate con todo.

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