quiero escribirte
con las palabras que siento
y a pesar de mis calambres
y a pesar de tener rígido el cuerpo.
se cae el lápiz, tardo en encontrarlo
y lloro
me doy cuenta que comí en un ataque de ansiedad
lo que había comprado para dos semanas.
tú planificas
y yo:
¿Qué puedo hacer cuando estoy nadando?
Puedo hablarte del tamaño de las galaxias
y la red que teje el vacío del espacio
donde mi mente vaga.
¿Qué puedo decir cuando aún no termina el viaje?
El día a día de esta forma de habitar
planteándome, parándome
en el dolor
en el vértigo de resbalar
en el desgaste de este último eslabón.
¿Cómo puedo retener cosas que se me olvidan?
Primero y más que nunca deseo
yo claramente con mis vaguedades
y tú amablemente con tu tiempo
pudriéndonos
temiendo y temiendo.
¿Dónde encuentro el camino hacia ti?
Imaginando partes del alma
cocinando sólo para ver el plato.
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