La muerte de Amy Winehouse

Fue casi una suerte de iluminación dorada
la que me sucedió cuando la drogata diva
me bendijo con su halo.

Es difícil intentar contar una historia
sin perderse en los callejones.
Pero algo tengo muy en claro
fuiste tú sin lugar a dudas,
de las pocas que escuchó mi lamento.

Mi hermana es la primera en aparecer en escena
ella siempre muy respetuosa de mi ácidez
y mis retorcidas opiniones.
Me consultó qué era lo que yo veía en Amy
para ser una diva llena de talento
y no hacía nada.

Yo me tomé mi tiempo y expuse entre borracho
y tomando cocaína a escondidas
en medio de un edificio de policías de investigaciones.
Algo así como el FBI chileno.
Sí, ahí estaba yo, borracho y duro
y me preguntaron por Amy.

No recuerdo bien qué dije
ya que han pasado más de siete años,
Pero claramente debo haber dicho
que su voz tiene el tono que sólo Amy podía tener
que la entrega en sus canciones es algo rápido
pero muy difícil de digerir
que no importa lo que haga con su dinero
es la joven que logró vivir de su talento
es la joven que logró encontrar para lo que nació
y miles de otros motivos que no me hacen
"adorarla"
pero sí admirarla mucho
y aquí hay un sólo paso de diferencia.

Hablé y hablé sobre ella y luego el tema cambió
hablamos sobre música
sobre la vida.
Yo y mi "pareja" dispareja de ese entonces
nos fuimos con un par de amigos a la disco gay cercana
La Underboys (que viviendo en una ciudad pequeña
este local merece su nota aparte).
""""bailé"""" toda la noche y consumí cocaína como pocas veces.

Luego, Ámbar, Candela Jackson, Wlady, Héctorina
y personajes que no recuerdo
nos fuimos a seguirla al depa de Candela.
Escuchamos Michael Jackson como era ley
Madonna y Candela nos contó que el fin de semana anterior
tocó la puerta en medio de la noche La Chupa
golpeada y ensangrentada,
que un tipo le había pegado
y de seguro deber haber sido porque la otra se hizo la mujer
y en el momento de, descubrió la sorpresa.
No es muy querida en la ciudad.
De todas formas como la ciudad es chica
y las maricas y travestis somos las mismas
se le ayudó y pasó la noche ahí.

Yo escuchando este relato y cuando empezaron a dar detalles de los golpes
entre ebrio duro comencé a sentirme mal.
Recuerdo estar abrazando el inodoro
recuerdo la voz de Wlady y alguien diciéndole que me acueste en la cama.

Abro los ojos es mucho más de día que cuando morí.
Me levanto de la cama corriendo y abro la puerta
corro hasta la puerta del departamento
y me detiene la reja del bloque de edificios.

Me detengo y vuelvo con más calma, tomo mis cosas y me voy
sin despedirme de nadie.
Al salir a la calle a tomar algo para volver a casa
me para el auto de un chico que no recuerdo su nombre
pero estudia teatro.
Me dice, te llevo a tu casa
le pregunto la hora
eran las seis de la tarde
charlamos en el camino,

Cuando llego a casa e inmediatamente después de abrir la puerta
mi madre me dice "murió Amy Winehouse".
Tomo el computador y empiezo a leer las noticias y a ver los mensajes
en facebook todas vueltas locas y todo el mundo subiendo las mejores fotos
e incluso una que otra llorando por ahí.

Entre los mensajes estaba uno de Feñita
diciendo que esa noche era el cumpleaños de otro ser el cual no recuerdo su nombre.
Había alquilado un local hermoso
La Estancia
con barra libre y Dita Parthon iba a ir a desanimar al público.
Te paso a buscar a las diez me dice su mensaje.

Puntual como siempre llega el auto de Feña
Britany, naranjo pequeñita y coqueta.
Nos fuimos a llorar la pérdida de Amy
y brindamos por ella toda la noche
estábamos a nuestras anchas Dita, Feña et moi.

Casi a las seis de la mañana ya borrachas, nuevamente duras
y bien fumadas, nos dispusimos con Feña a volver a casa.
Cuando al ir a recoger el auto, veo una puerta semiabierta
luz adentro hacía reflejar el inconfundible brillo de las botellas.
Me acercó y veo un cuarto lleno de alcohol,
la bodega del local.
Nosotras ya despedidas y sin nadie a nuestro alrededor
estaciona,os el auto con el maletero justo frente a la puerta
y comenzó el saqueo.

Recuerdo que llenamos los asientos de atrás
y el maletero.
Fuimos hasta la Moon, disco gay cercana
donde recogimos maricas por montón
nos fuimos a la playa
y a brindar por Amy.

Siendo ya cerca de las nueve
y cuando sólo quedábamos las duras
Feña, Merello, Rorra, Salvita y quien narra
estoy fumando un porro y escucho a lo lejos
y casi de ultra tumba una canción
de quién más sino de Amy.

Comienzo a seguirla y me encuentro con un convertible rojo
del cual baja una mujer hermosa
con abrigo de piel y un tipo que de seguro no importaba
no lo recuerdo en absoluto.
Le ofrecí alcohol, Feña trajo su auto e hicimos la fiesta en la playa
con el convertible rojo y llenas de alcohol.
Tampoco recuerdo muy bien cómo finiquitó todo.
Tengo la borrosa imagen de mi cuerpo bailando en el arena
con la ropa toda sucia y los zapatos enterrados.
Pero digna.

Desperté en mi cama, aún no procesando del todo
la noticia
el alcohol
la comida.
Desperté y quedaba aún una menta, una champaña y un whisky.